La industria farmacéutica, con un presupuesto colosal, artimañas despiadadas y métodos inconfesables, libra una batalla implacable contra nuestra salud. Una historia de los medicamentos.
El Lipitor (atorvastatina) está comercializado por la firma Pfizer, primer laboratorio farmacéutico mundial a 12 de marzo de 2009 (clasificación por volumen de ventas del grupo –citado por Les Echos-, 75.000 millones de dólares).
Presentado como un medicamento milagroso de la familia de las estatinas, el Lipitor (y otros, Zocor, Lipantil, Crestor…), permite reducir las tasas elevadas de colesterol, protegiendo de los ataques cardíacos. El Lipitor de Pfizer, además, ocupa el primer puesto de la clasificación provisional de los diez medicamentos más vendidos del mundo en 2010 (10). Tiene previsto alcanzar una facturación global de 11.700 millones de dólares en 2010.
Sin embargo parece posible que las estatinas, entre ellas el Lipitor de Pfizer induzcan a la larga, e incluso a medio plazo, una insuficiencia cardíaca congestiva, como señala el cardiólogo Peter Langsjoen de Tyler, Texas.
Langsjoen ha renunciado a una atractiva carrera en un hospital universitario para dedicar su experiencia a lo que denomina «la insuficiencia cardíaca congestiva inducida por las estatinas». Pero esto no es todo.
Cánceres, pérdidas de memoria, inmunosupresión, pérdida de la sensibilidad a la insulina (hormona reguladora de la glucemia), desórdenes cognitivos o psiquiátricos conducentes al suicidio, accidentes vasculares cerebrales… la lista de los efectos secundarios de las estatinas, a menudo no indicadas por la firma, es larga. Muy larga.
Joël M. Kaufmann de la Universidad de Filadelfia (profesor emérito) ha examinado ciertas relaciones y ha encontrado una explicación poco halagüeña:
- «A veces las empresas farmacéuticas escinden un efecto indeseable en varios efectos secundarios menores, con el fin de que sus medicamentos se aprueben», dijo recientemente en una conferencia.
- «Se trata de un método a toda prueba con el fin de mantener los efectos nefastos realmente alarmantes por debajo del 1% requerido» (11). Ver la biografía médica del Dr. P. Langsjoen en esta referencia.
En el hospital Baystate Medical Center (Springfield, Massachusetts), la ética médica ha recibido un nuevo puñetazo en el estómago.
Pfizer ha financiado casi todas las investigaciones del anestesista Scott Reuben, especialista en el tratamiento del dolor postoperatorio y considerado por sus homólogos una referencia en analgesia (tratamiento del dolor), que ha publicado, en particular, dos estudios capitales sobre la Lyrica (pregabalina) de Pfizer, para el tratamiento de los dolores neuropáticos, en el origen de sufrimientos de ordinario muy difíciles de paliar. Dichos estudios se han publicado en las revistas especializadas más prestigiosas de la profesión como Journal of Clinical Anesthesia, Anesthesiology, Anesthesia and Analgesia, etc.