Los nombres compuestos con los que se bautiza in extenso a los niños, suelen obedecer a dos motivos fundamentales: ciertas pretensiones de alcurnia, o la simple volunta de no desairar la propuesta de ningún pariente. Qué más da ponerle al nene seis nombres, si después le decimos Cacho.
Pero en cuanto a nombres complejos, el de una familia del estado mexicano de Coahuila es un caso de manual. Allí, el pequeño Brhadaranyakopanishadvivekachudamani Erreh Muñoz fue bautizado con un nombre de 36 letras, en parte para levar el mismo apelativo que su padre, Brhadaranyakopanishadvivekachudamani; sin el “Erreh”.
El abuelo de la criatura, Jorge Refugio Muñoz, es el creador original del vocablo, que aúna los nombres de dos pensadores orientales, y fue confeccionado a partir de un diccionario de frases celebres.
"Yo pedí que mi hijo llevara el mismo nombre de mi esposo", comentó la orgullosa madre al canal de televisión local Milenio Noticias, explicando que la primera parte del nombre significa "el hombre se convierte en lo que hace".
La mujer recordó también el día de su casamiento. "El cura me dijo ’quiero hablar contigo porque vamos a cambiar lo que normalmente hacemos (en una boda religiosa) y no te voy a preguntar que si aceptas por esposo a Brhadaranyakopanishadvivekachudamani. Ahora te voy a cambiar y, por favor, tú vas a decir: Yo, Teresa, acepto por esposo a ...’", agregó.
Don José Refugio, no contento con haber pergeñado el kilométrico nombre que su hijo sobrelleva, agregó al de su nieto la palabra “Erreh”, que significa "esposo, refugio, rosario, esposa e hijo".
Si bien el presente es un caso de antología, los nombres insólitos o creativos son endémicos en Coahuila, según informa Diario C, aportando ejemplos como Zoila Vaca Del campo o Michael Jordan.
En la actualidad, el registro Civil del mencionado estado lleva adelante una campaña denominada, con la que intentan concienciar a los padres de las dificultades que los nombres extravagantes pueden causar a sus hijos.
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