10 ago 2010

La guerra de la industria farmaceutica contra nuestra salud


ADVERTENCIA EL SIGUIENTE ES UN DOCUMENTO MERAMENTE INFORMATIVO TOMADO DE LAS FUENTES ABAJO DESCRITAS

La industria farmacéutica, con un presupuesto colosal, artimañas despiadadas y métodos inconfesables, libra una batalla implacable contra nuestra salud. Una historia de los medicamentos.


El Lipitor (atorvastatina)  está comercializado por la firma Pfizer, primer laboratorio farmacéutico mundial a 12 de marzo de 2009 (clasificación por volumen de ventas del grupo –citado por Les Echos-, 75.000 millones de dólares).
Presentado como un medicamento milagroso de la familia de las estatinas, el Lipitor (y otros, Zocor, Lipantil, Crestor…), permite reducir las tasas elevadas de colesterol, protegiendo de los ataques cardíacos. El Lipitor de Pfizer, además, ocupa el primer puesto de la clasificación provisional de los diez medicamentos más vendidos del mundo en 2010 (10). Tiene previsto alcanzar una facturación global de 11.700 millones de dólares en 2010.
Sin embargo parece posible que las estatinas, entre ellas el Lipitor de Pfizer induzcan a la larga, e incluso a medio plazo, una insuficiencia cardíaca congestiva, como señala el cardiólogo Peter Langsjoen de Tyler, Texas.
Langsjoen ha renunciado a una atractiva carrera en un hospital universitario para dedicar su experiencia a lo que denomina «la insuficiencia cardíaca congestiva inducida por las estatinas». Pero esto no es todo.
Cánceres, pérdidas de memoria, inmunosupresión, pérdida de la sensibilidad a la insulina (hormona reguladora de la glucemia), desórdenes cognitivos o psiquiátricos conducentes al suicidio, accidentes vasculares cerebrales… la lista de los efectos secundarios de las estatinas, a menudo no indicadas por la firma, es larga. Muy larga.
Joël M. Kaufmann de la Universidad de Filadelfia (profesor emérito) ha examinado ciertas relaciones y ha encontrado una explicación poco halagüeña:
    «A veces las empresas farmacéuticas escinden un efecto indeseable en varios efectos secundarios menores, con el fin de que sus medicamentos se aprueben», dijo recientemente en una conferencia.
    «Se trata de un método a toda prueba con el fin de mantener los efectos nefastos realmente alarmantes por debajo del 1% requerido» (11). Ver la biografía médica del Dr. P. Langsjoen en esta referencia.
En el hospital Baystate Medical Center (Springfield, Massachusetts), la ética médica ha recibido un nuevo puñetazo en el estómago.
Pfizer ha financiado casi todas las investigaciones del anestesista Scott Reuben, especialista en el tratamiento del dolor postoperatorio y considerado por sus homólogos una referencia en analgesia (tratamiento del dolor), que ha publicado, en particular, dos estudios capitales sobre la Lyrica (pregabalina) de Pfizer, para el tratamiento de los dolores neuropáticos, en el origen de sufrimientos de ordinario muy difíciles de paliar. Dichos estudios se han publicado en las revistas especializadas más prestigiosas de la profesión como Journal of Clinical Anesthesia, Anesthesiology, Anesthesia and Analgesia, etc.


Entonces, el doctor Reuben, patrocinado por la firma Pfizer entre 2002 y 2007, habría mentido, habría manipulado sus resultados y habría publicado estudios ficticios (12) «Los resultados de esos estudios –de los que 21 son altamente sospechosos- que no han empezado a suscitar cuestiones hasta mucho más tarde, han cambiado en gran parte la forma de los médicos de enfocar y tratar ese tipo de dolores postoperatorios» (13).
El periódico Anesthesiology News  titulaba «Un caso de fraude conmociona la anestesiología. Un investigador de Massachusetts implicado en la falsificación de datos y otras fechorías». En dicho periódico encontramos la lista de los 21 estudios de Reuben susceptibles de ser retirados en primer lugar.
«Hay que señalar que esta indicación (dolores neuropáticos) de Lyrica, en la actualidad sólo está cuestionada por voces independientes, tales como Arznei-Telegramm, y eso a pesar del proceso del Neurontin (gabapentina), que ha permitido tanto al público como al mundo médico conocer las manipulaciones y otras intervenciones de Pfizer con el fin de presentar el Neurontin como eficaz en indicaciones diferentes de la epilepsia, mientras que esas alegaciones no se basan en fundamentos científicos» (14).
Según un artículo del 11 de marzo del Wall Street Journal, Scott Reuben también falsificó los datos relativos a la eficacia del antidepresivo Effexor (venlafaxina) producido por la firma Wyeth (fusionada con Pfizer) en los dolores neuropáticos y postoperatorios (15).
En cuanto a las relaciones con Pfizer, el artículo del Wall Street Journal nos enseña que además de la financiación de las investigaciones por parte de Pfizer, la firma contaba con Reuben entre sus conferenciantes; éste era miembro del «speakers bureau» de la firma, término que designa el stock de líderes de opinión (key opinión leaders) listos para usar cuando se trata de promover un medicamento del laboratorio que les paga en los congresos, los medios, las publicaciones, etc. (Ver el sitio Pharmacritique).
El medicamento estrella de Merck, vendido como un remedio milagroso entre 1999 y 2004, lleva el dulce nombre de Vioxx. Es un analgésico y antiinflamatorio.
En Australia existe actualmente un proceso que enfrenta a mil particulares con el grupo Merck. Los denunciantes acusan al gigante farmacéutico de haber ocultado los riesgos de accidentes cardiovasculares vinculados a la utilización del Vioxx.
Los miembros de la dirección de Merck y de sus sucursales se intercambiaron por email una lista de los investigadores y profesores universitarios que pusieron en evidencia los efectos negativos del Vioxx.
Los documentos aparecidos en el Tribunal Federal de Melbourne revelan que los miembros del personal de Merck admitieron haber utilizado tácticas de intimidación con los investigadores críticos, amenazando con cortar los fondos a sus fundaciones, sus laboratorios, o con interferir en sus nominaciones universitarias… Al menos ocho especialistas en investigación clínica fueron amenazados o intimidados por Merck (16).
Merck también sería la creadora absoluta de una falsa revista científica, The Australasian Journas of Bone and Joint Medicine, haciéndola pasar por una publicación oficial e independiente de experiencias científicas. En realidad la revista se limitaba a reproducir sistemáticamente los artículos científicos favorables a los productos de la compañía. Se trataba, ni más ni menos, de una operación de marketing tan bien elaborada que sólo los expertos advertidos de la prensa científica podían comprenderla.
La FDA estima que el Vioxx, ese tratamiento ampliamente utilizado contra la artritis causó en Estados Unidos, entre 1999 y 2004, alrededor de 160.000 crisis cardíacas y ataques cerebrales. Estaría en el origen de 27.785 fallecimientos. El medicamento se retiró de las farmacias en 2004, cuando los rumores de peligrosidad comenzaban a hacerse insistentes. En 2007, Merck firmó un acuerdo amistoso con la mayoría de los denunciantes estadounidenses por un montante de 4.500 millones de dólares. (Ver el sitio Les Mots ont un Sens).
Los dirigentes de Merck prefirieron acumular beneficios (2.000 millones de dólares anuales), ¡antes que interrumpir la venta de un medicamento que sabían que era mortal! (17).
Glaxo Smith Kline (GSK), el sexto grupo farmacéutico mundial en 2009 (33.600 millones de dólares de volumen de negocios), comercializa el Avandia (rosiglitazona), un medicamento contra la diabetes.
Informes confidenciales revelados por el New York Times aseguran que podrían evitarse más de 500 ataques y 300 enfermedades cardíacas mensuales retirando el Avandia del mercado. En el tercer trimestre de 2009 se podrían haber salvado 304 vidas si los diabéticos hubieran elegido otro tratamiento (18).
El Avandia «debe retirarse del mercado», concluye el informe de dos responsables de la «Food and Drug Administration (FDA)». Desde 1999 decenas de estudios científicos independientes han llegado a la misma conclusión.
Pero GSK respondió con estudios privados, realizados por la empresa, que «demostraban» la inocuidad de su molécula.
«…los ejecutivos de GSK han intentado intimidar a los médicos independientes (…) y han buscado medios para minimizar el hecho de que los medicamentos de la competencia podrían reducir el riesgo cardiovascular», según una investigación del Senado de Estados Unidos (19).
Sólo se ha exigido a GSK que presente nuevos estudios… ¡Antes de 2020!
La patente de GSK sobre Avandia expirará en 2012, con lo cual el grueso del riesgo comercial se habrá sobrepasado ampliamente.
El Tamiflu (oseltamivir) es un antivírico indicado para la gripe. Lo comercializa el Grupo Roche (Hoffmann-La Roche–Genentech), tercer grupo farmacéutico mundial en 2009 (43.100 millones de dólares de volumen de negocios)
El Tamiflu es uno de los pocos medicamentos eficaces contra el virus del tipo A/H1N1, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Roche (y Novartis, en el cuarto puesto) se han beneficiado ampliamente de las alarmas gripales (primero la aviar y después la A/H1N1) a través de la venta de Tamiflu por parte de Roche y vacunas de Novartis (20).
Gracias a la OMS y a la Dirección General de la Salud francesa (21), entre otros, y gracias a sus expertos «independientes», el Tamiflu es realmente un cohete de las ventas de Roche (Tamiflu sales boots Roche profits).
Sin embargo, relevado por la prestigiosa British Medical Journal (BMJ), una revista de referencia en el mundo médico, «un largo artículo detalla que no existe ninguna prueba sólida de la eficacia del Tamiflu. Los autores, investigadores independientes del Collaboration Cochrane, querían revisar todos los ensayos llevados a cabo sobre el Tamiflu –unos 20- En su punto de mira, el artículo pivota sobre el que tomó como base el laboratorio Roche para ensalzar los méritos de su producto ante las autoridades. Este artículo enumera 10 estudios clínicos financiados por Roche. Pero los resultados de ocho de ellos nunca han sido publicados por el laboratorio. Así pues los investigadores han reclamado los datos a Roche con el fin de analizarlos. Nada. Denegado» (22).
Sobre los escasos datos científicos utilizables, la Cochrane Collaboration concluyó en la ausencia de impacto positivo del Tamiflu.
Un estudio inédito sobre 1.447 adultos demostró que el Tamiflu no era mejor que el placebo (23).
¿El Tamiflu, un medicamento que ha generado un enorme gasto público, es ineficaz? No sólo es ineficaz, sino también muy peligroso.
Así, el BMJ nos recuerda que no se debe prescribir Tamiflu a los niños (24).
La Agencia Sanitaria Británica, Healt Protection Agency (HPA), informaba de que más de la mitad de los 248 jóvenes estudiantes que recibieron Tamiflu después de que uno de sus compañeros contrajese la «gripe porcina», sufrieron efectos secundarios como náuseas, insomnio y pesadillas (25). Todo eso para reducir en un día, como mucho, la duración de los síntomas relativamente leves de la gripe (25).
El Tamiflu se prohibió en Corea del Sur «después de los casos de suicidio observados recientemente en Japón» (26).
«Este anuncio sucedió al que hicieron las autoridades japonesas de la observación de más de 100 casos de comportamientos anormales entre los japoneses que consumieron Tamiflu. En el pasado mes de febrero, y después en marzo (2007), cuatro adolescentes se arrojaron al vacío después de una toma de Tamiflu» (27).
Además, el oseltamivir aumentaría sensiblemente la peligrosidad del virus N1H1 in vitro (28).
Este artículo revela las prácticas amorales y carentes de ética de la sociedad Roche, acusada de ventas ilegales: «Roche accused over illegal Tamiflu deals», de Andrew Jack, aparecido el 21 de mayo de 2010 en el Financial Times (edición en línea, inscripción gratuita).
«Durante un proceso en la Magistratura de Trabajo emprendido por un ex empleado de Roche, John Miller, quien desveló ciertas estratagemas suaves utilizadas por la filial británica del laboratorio suizo, éste último habría impuesto a los visitadores médicos objetivos de ventas de Tamiflu (el antivírico oseltamivir) en cifras de 15 a 20 millones de libras esterlinas sólo para un período de nueve meses de 2006. Los visitadores médicos debían utilizar la amenaza de una epidemia inminente de gripe –y los miedos generados por la gripe aviar- y no debían preocuparse de las leyes que limitan a los profesionales de la salud la gestión y prescripción de dichos medicamentos» (ver el sitio Pharmacritique).
A título de anécdota, el Tamiflu fue descubierto en 1994 por los investigadores de Gilead Sciences Inc., empresa biofarmacéutica (con sede en California). Donald Rumsfeld, el secretario de Defensa de Georges W. Bush en 2001, fue su director en 1988 y presidente del Consejo de Administración de 1997 a 2001, después de que Gilead cedió a Roche, en 1996, todos los derechos de explotación del Tamiflu contra el 10% de las ventas (29).
Un inversor importante de Gilead Sciences Inc. fue el Grupo Rockefeller (So far this yerar one Rockefeller backed company, Gilead Sciences of Foster City, calif, has gone public) (3).
Nujol, Lipitor, Lyrica, Vioxx, Avandia, Tamiflu, una inquietante historia de los medicamentos. Esta lista no exhaustiva nos permite dar un repaso a los principales métodos de las firmas farmacéuticas, las empresas más rentables del mundo, para vender sus productos cueste lo que cueste.
«Crear falsas revistas especializadas, intimidar, desacreditar a los científicos críticos, fundar falsas asociaciones ciudadanas o infiltrarse en las que existen, agotar los recursos limitados de los denunciantes por medio de procesos interminables, suministrar únicamente los datos favorables para obtener la autorización de salida al mercado (31), despedir y corromper a los médicos para efectuar estudios falsos (32), meterse en el bolsillo a los profesores reconocidos en su especialidad para presentar estudios de las firmas como independientes y serios (33), ejercer una presión agresiva sobre los farmacéuticos, los investigadores, los médicos en sus consultorios o sus asociaciones, sobornar a los políticos o a los miembros importantes de organismos de control público (OMS (34) (35), Departamento estadounidense de Salud, Educación y Bienestar Social, FDA, Ministerios de Sanidad, Centros de control sanitario CDC, NIH (36), GEIG (37), Agencia Europea del Medicamento), escindir un efecto secundario grave en varios efectos secundarios leves, utilizar los despachos de líderes de opinión en su beneficio, ocultar referencias en nombre del secreto comercial (sic) (38), machacar a la población con un marketing publicitario omnipresente, inundar las revistas de folletos propagandísticos simplistas y falaces, cortar las ayudas y subsidios a los investigadores, médicos, y científicos que no se prestan al juego…»
La experimentación de sus medicamentos sobre las poblaciones ignorantes de los países en desarrollo, como Pfizer en Nigeria (39) o GSK en América Latina (4), de forma totalmente ilegal pero con absoluta impunidad, termina dibujando el retrato psicopático, despojado de cualquier ética, y todopoderoso de la industria farmacéutica que nos muestra cualquiera de sus profesionales de relaciones públicas.
Y por si todo esto no fuera suficiente, después la empresa paga, riega y corrompe, y se corre un tupido velo ¡Fin de la polémica!
Así Pfizer, después de haber pagado ya 894 millones de dólares de indemnización por los miles de daños físicos vinculados al Bextra y al Celebrex (tratamientos contra la artrosis), se libra de una multa de 2.300 millones de dólares por declaraciones falsas relativas a la Lyrica, el Zyvox y el Geodon. Para hacer la promoción de esos medicamentos, Pfizer había invitado a los médicos a congresos en lugares de vacaciones con todos los gastos pagados, por no hablar de las ganancias extraordinarias. «Tenían derecho a partidas de golf, masajes y otras actividades» (41).
Esos mentirosos pagan para tener la posibilidad de seguir mintiendo.
Así va el mundo cuando está en manos de psicópatas, criminales y ladrones. Un mundo en el que los valores más altos son el dinero, los beneficios y la apariencia.
Las personas, los consumidores, parecen que van despertando. Cada vez son menos crédulos.
Según un reciente estudio de la Henry J. Kaiser Family Foundationel 44% de las personas encuestadas revelan una percepción desfavorable de las empresas farmacéuticas. Sólo los grupos petroleros y las compañías de seguros sanitarios están peor considerados… El 70% de los encuestados denuncia el hecho de que las empresas biotecnológicas están muy enfocadas sobre los beneficios, y el 80% afirman que sus tratamientos son muy caros (42).
Sobre todo las personas no deben volver a dormirse y deben estar bien vigilantes. Porque si los psicópatas del poder están en guerra contra la humanidad (43), la industria farmacéutica lleva a cabo una guerra implacable, con un presupuesto colosal, maniobras despiadadas y métodos inconfesables, contra nuestra salud.
«Cuando los investigadores dependen hasta ese punto de las firmas farmacéuticas, las cuales garantizan además una importante parte de sus rentas personales, es difícil que se resistan a esa fuerte tendencia que les empuja a propiciar que (los ensayos clínicos) den resultados favorables a los laboratorios» (Jerome Kassirer, ex redactor jefe del New England Journal of Medicine)
«Creo firmemente que si toda la materia médica se pudiera enviar al fondo del mar, sería lo mejor que le podría pasar a la humanidad y lo peor que les podría pasar a los peces» (Oliver Wendell Holmes. M.D., profesor de Medicina en Harvard).
«No podemos creer las investigaciones publicadas, ni fiarnos del juicio de nuestros médicos de familia» (Marcia Angell, profesora de medicina social en la universidad de Harvard y ex redactora jefa del New England Journal of Medicine (NEJM)
«La industria farmacéutica: sus beneficios valen más que nuestras vidas»: http://www.marianne2.fr/Industrie-pharmaceutique-ses-profits-valent-plus-que-nos-vies_a182958.html
Fuentes:
(1) The Drug Story, Morris A. Bealle, http://www.nccn.net/~wwithin/TheDrugStoryBeale.htm
(2) The Drug Story, capítulo 1.
(3) The Drug Story, capítulo 1
(4) La Guerre des Médicaments, Dirk Van Duppen, Aden, colección epo, 2005, p. 107.
(5) La Guerre des Médicaments. Op. Cit, p. 107.
Documento incluido en una Web muy documentada que descubre la superchería vinculada al colesterol y sus tratamientos. Lo encontrará al final de esta página explicando el mecanismo de la toxicidad cardíaca de las estatinas, la bibliografía médica de Peter Langsjoen.
(14) Op. Cit.
A nivel europeo se utilizaron durante la pandemia A/H1N1 las vacunas Focetria de Novartis, Pandemix de GlaxoSmithKline (que también suministra otro antivírico, el Relenza), Celvapan de Baxter International y Panenza de Sanofi-Pasteur.
(21) Les Médicamenteurs, Stéphane Horel, du moment 2010, p. 248. «La Dirección General de la Salud (DGS) francesa da como consigna a los médicos que prescriban sistemáticamente Tamiflu para los presuntos casos de gripe «bajo proposición de los expertos» Y anuncia que las existencias de Tamiflu (…) se distribuirán gratuitamente en las farmacias a partir del 21 de diciembre con una simple receta.
(22) Les Médicamenteurs, op. Cit. P.247
(27) Op. Cit.
(30) The New York Times, página 3 http://www.nytimes.com/1992/02/16/u...
(32) Wall Street Journal on line, op. cit.
(33) http://www.bmj.com/cgi/content/full... , editorial de la redactora jefa Fiona Godlee, «Why, for example, is it considered normal for medical leaders to accept personal payment for promoting a company’s drug or device?»
(34) OMS: acusan de corrupción al «papa de la gripe A»  por F. William Engdahl http://www.voltairenet.org/article163354.html
(35) Mega Corruption Scandal At The WHOhttp://www.rense.com/general88/mega...
(36) Top Alzheimer’s researcher charged with felony criminal conduct for secret financial ties to Pfizer http://www.naturalnews.com/z021255.html
(37) Bruno Lina, el consejero principal de Roselyne Bachelot en el Ministerio de Salud de Francia, es presidente del consejo científico del grupo de expertos e información sobre la gripe, el GEIG, asociación creada en 1979. El director general es también director de marketing de Sanofi-Pasteur MSD (la rama de vacunas del Grupo Sanofi-Aventis). Ésta es el número uno farmacéutico en Francia, el dos en Europa y el cinco a nivel mundial. El GEIG está financiado al 100% por 5 laboratorios fabricantes de vacunas. Sanofi paga la mitad de una cuenta anual de 400.000 euros. El resto está garantizado, entre otros, por GSK y Novartis (Les Médicamenteurs, op. Cit. P.222)
(41) NEXUS n° 65, p.5. Fuente: The Times, Londres, 3 de septiembre de 2009.
Fuente: http://www.legrandsoir.info/La-guerre-menee-par-l-industrie-pharmaceutique-contre-nos-santes.html

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