Definitivamente es una mala idea reutilizar el aceite. Cuando éste se sobrecalienta al grado de producir humo, quiere decir que el aceite sufre cambios físicos y químicos por un natural proceso de descomposición que genera compuestos tóxicos. Por eso, cuando el aceite comienza a humear, es mejor tirar el aceite quemado y servirlo de nueva cuenta, ya que no sólo arruinaría la degustación de tu comida, sino que puede provocar daños más allá de tu paladar. Por lo anterior, el aceite nunca debe reutilizarse. Los problemas de salud que el mal hábito de reusar aceite genera, aparecen con el tiempo y son del todo conocidos: colesterol alto, arterosclerosis, hipertensión arterial, infarto agudo al miocardio y obesidad.
Durante las pruebas realizadas a diversos aceites vegetales comestibles en el Laboratorio Profeco se encontró que todos superan la temperatura para freír (180 a 200 grados centígrados), y su temperatura de humo está por arriba (entre los 212 y los 243 grados centígrados), lo cuál nos indica que en general tienen un buen grado de resistencia a la descomposición, pero hay que estar atentos y nunca reutilizarlo ni usarlo si ha humeado
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