Guiones para Telenovelas Gratis

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Y dice asi:

Una mujer originaria de Laredo, Texas denunció que fue secuestrada por un monclovense deportado de Estados Unidos, al que ofreció llevar en su auto a Monterrey, donde ella labora como doctora.

Lo anterior salió a relucir luego de que varios ciudadanos rescataran a la dama que estaba siendo golpeada en el interior de un auto sobre los carriles de circulación del Bulevar Pape, frente a la entrada a la colonia Obrera Norte.

Como a la una de la mañana de ayer, Seguridad Pública recibió el reporte de que una mujer y un hombre reñían a bordo de un auto, en el cruce del Bulevar Pape y la avenida Dos de la colonia Obrera.

A ese lugar acudieron de inmediato los oficiales de la patrulla 92, que esperaban encontrar el típico caso de un pleito de pareja.

Al llegar se percataron de que varias personas rodeaban un automóvil Honda negro con placas norteamericanas de California, en cuyo interior se encontraba una mujer en crisis nerviosa, con evidentes señas de haber sido golpeada.

Irma Salinas Merlos, de 30 años de edad, dijo a las autoridades que el sujeto que la acompañaba la secuestró en el trayecto de Nuevo Laredo a Monterrey y luego la condujo a esta ciudad a base de golpes y amenazas.

Al ver la presencia de los policías preventivos, el presunto secuestrador intentó darse a la fuga; pero inmediatamente fue sometido mediante el uso de la fuerza pública.

El detenido se identificó con el nombre de Carlos Martínez González, de 41 años de edad y con domicilio en la calle Rosa María Alvarado número 1730 de la colonia San Salvador.

En su primera declaración ante el juez calificador, la doctora dijo que cuando tramitaba un permiso de internamiento hacia México conoció al sujteo.

Mencionó que Martínez González comentó que lo habían agarrado los agentes de migración y lo habían deportado. Además le confió que llevaba tres días sin comer y no tenía dinero para regresar a su tierra.

La doctora lo invitó a un restaurante y mientras comían ella le platicó que se dirigía a Monterrey, Nuevo León, donde actualmente se desempeña como doctora en un hospital.

El monclovense aprovechó la ocasión para pedirle que lo llevara con ella y que luego se las arreglaría para desplazarse hacia Monclova.

Irma accedió pensando que sería más seguro viajar acompañada, pero a medio camino el sujeto la comenzó a golpear.

Después le arrebató las llaves y a base de golpes y empujones la obligó a pasar al asiento del copiloto para hacerse cargo del automóvil.

Enseguida se dirigió de Nuevo León al estado de Coahuila, hasta llegar a Monclova.

La mujer aseguró que en todo momento recibió amenazas de muerte por parte del desquiciado individuo, quien le decía que la iba a matar para quedarse con el carro, pues si la dejaba libre corría el riesgo de que lo denunciara.

Mientras esperaban la luz verde del semáforo sobre el Pape, la afectada quitó las llaves del encendido y trató de darse a la fuga, pero no lo consiguió y de nuevo fue agredida a golpes.

Entonces ella comenzó a gritar pidiendo ayuda y varias personas se acercaron para investigar lo que estaba ocurriendo en el auto que estaba en medio de los carriles de circulación con dirección al norte.

Luego de escuchar la versión de la afectada, los elementos preventivos encerraron al presunto secuestrador en la cárcel municipal.

“Me contrató para matar a su esposo”

Luego de negar que haya tratado de secuestrar a la doctora texana, Carlos Martínez González aseguró que en realidad ella lo contrató para que matara a su esposo y que inventó el secuestro cuando él se arrepintió de hacerlo.

En entrevista para Zócalo, el inculpado admitió que fue deportado de los Estados Unidos por los agentes de Migración y que se vio forzado a vivir varios días como mendigo en la ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Dijo que cuando estaba pidiendo raid a las personas que acudían a tramitar sus permisos en las oficinas de Migración, conoció a Irma Salinas Merlos.

La mujer lo invitó a comer y luego se ofreció a llevarlo a Monterrey, donde según ella trabaja como doctora en un hospital.

“Desde el principio noté algo extraño en la chava, porque no es normal que una mujer se ofrezca a llevar a un extraño en su vehículo, y más si viaja sola”, dijo Carlos al ser cuestionado.

Sin embargo, aceptó porque le pareció una buena oportunidad para acercarse a Monclova.

Camino hacia Monterrey, la profesionista le platicó que su esposo le había sido infiel con otra mujer y como venganza ella quería asesinarlo, pero no tenía el suficiente valor.

“La señora me dijo que si podía ayudarle a matar a su esposo, y pues claro que le respondí que no. Entonces comenzó a echarme en cara todo lo que había hecho por mí”, precisó a Zócalo el entrevistado.

Con tal de llegar a Monclova, Carlos aceptó la extraña propuesta de Irma y continuaron con su viaje a la ciudad de Monterrey.

Explicó que en varias ocasiones la doctora estuvo a punto de salirse de la carretera y ocasionar un accidente, por lo que le pidió que le permitiera manejar.

“Tomé el volante y manejé hasta Monterrey; pero al llegar le dije que tenía que venir a Monclova por mi pistola para asesinar a su marido, pues si no, con qué lo haría”, añadió Carlos Martínez, que para ese momento ya se había arrepentido.

Esperaba que al decir eso Irma lo bajaría del vehículo y él ya buscaría otra forma de trasladarse a la capital del acero; pero fue diferente, ya que la texana aceptó venir a Monclova.

“Cuando llegamos lo primero que pensé fue en buscar un buen lugar y después salir corriendo de la vieja loca, pues yo ya estaba asustado”, señaló.

En el cruce del Bulevar Pape y la avenida Dos, Irma se puso agresiva y comenzó a rasguñarlo y a morderlo, al tiempo que le decía que era igual que todos los hombres y la había engañado.

Carlos trató de salir del carro y escapar, pero la doctora lo retuvo estirándole el pelo y golpeándolo, mientras gritaba que la habían secuestrado.

Le cubrió la boca con su mano derecha, pero la mujer le mordió uno de sus dedos hasta casi arrancárselo.

“Si en verdad hubiera querido secuestrarla, matarla o robarle el carro, como ella dice, lo hubiera hecho en medio de la carretera, donde no hubiera nadie, y no la hubiera traído hasta Monclova”, añadió el presunto secuestrador.

Al final, la policía creyó la versión de Irma Salinas Merlos y detuvo a Martínez González, aunque el caso será investigado por la Fiscalía de Justicia del Estado pues las declaraciones de ambos son sospechosas.

Historia cortesia de la vida real y Zocalo